martes, 31 de marzo de 2015

CRISIS Y SU EFECTO EN LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Mientras la banca no cesa de recibir todo tipo de ayudas por parte del Estado, la Educación Pública se está enfrentando a una agresión inédita y continuada por parte de todos los gobiernos centrales y autonómicos. Estos recortes se inician contra una Educación Pública que ya tenía muchas carencias en periodos de boom económico. De hecho, el Estado español nunca se ha caracterizado por tener un gasto educativo “excesivo”, más bien todo lo contrario. Datos de la OCDE referentes al año 2008 indican que el gasto educativo en España se situaba en el 4.6% del PIB, frente al 5.4% de media entre todos los países miembros de la OCDE. Ahora las cosas van incluso a peor, y el Plan de Estabilidad enviado a Bruselas por el gobierno español prevé que la inversión educativa caiga hasta el 3.9% del PIB en 2015.

Estamos asistiendo a un proceso de desmantelamiento de la Educación Pública. Todas las medidas gubernamentales de los últimos años están teniendo un impacto muy negativo: subidas de tasas universitarias, reducción de becas, recorte en los presupuestos para Educación, decenas de miles de no admitidos en FP, disminución del número de profesores, recortes salariales y laborales contra los docentes, etc. Estas políticas son generalizadas por parte de todas las administraciones, una prueba la encontramos en que en 2011 todas las Comunidades Autónomas recortado sus presupuestos educativos.

En un contexto de recortes y de aumento del número de alumnos, los gobiernos autonómicos han procedido a reducir drásticamente el número de profesores. La destrucción de empleo se ha cebado entre el profesorado. Los despidos de interinos y la falta de contrataciones se han generalizado. Según datos del Ministerio de Educación sobre el curso 2010-2011, los colegios e institutos públicos de Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid y Ceuta, han tenido 2.861 profesores menos para atender a 46.000 estudiantes más (1). A su vez el salario de los profesores ha sido atacado, no solo con la bajada salarial del 5% de hace más de dos años, sino con las congelaciones posteriores a esta rebaja.

A su vez los docentes están asistiendo a una precarización de sus condiciones laborales y salariales. En septiembre del año pasado había cientos de funcionarios que no sabían que centro tenían asignado o que materias iban a impartir. El aumento de las horas lectivas para los profesores ha sido generalizado, lo que significa tener menos tiempo para la preparación de la asignatura. Según un informe de la OCDE los docentes españoles imparten más horas de clase que la media entre los profesores de la OCDE. A su vez la masificación en las aulas va a ir en aumento; se ha incrementado el ratio máximo de alumnos por aula en primaria (de 25 a 30), secundaria (de 30 a 36) y bachillerato (de 35 a 42). También se reduce el número de centros de formación y asesoramiento para el profesorado, y el número de profesores de apoyo en los colegios e institutos.

Los recortes están haciendo retroceder en décadas a la escuela pública. En Galicia, la Xunta anunció este verano que desde el próximo curso se van agrupar a niños y niñas de 6 a 12 años en el mismo aula. En institutos madrileños se están eliminando clases por la supresión de alguna modalidad de bachillerato, en especial el de Ciencia y Tecnología. En la Comunidad de Madrid también han eliminado becas para libros, siendo sustituidas por préstamos.

Por otra parte se está trabajando en segregar al alumnado según su “rendimiento” y en fomentar una educación elitista. Mientras se han eliminado programas de compensatoria para alumnos con dificultades, Esperanza Aguirre ha promovido el llamado “Bachillerato de Excelencia”, en el marco de una ofensiva neoliberal que no pretende mejorar la educación pública o la calidad del sistema educativo, sino crear un sistema organizado de manera elitista donde se margine a buena parte de los estudiantes. Para convencernos de que es necesario imponer un nuevo modelo educativo se han esforzado es sembrar la desconfianza contra todo lo público. Los medios de comunicación han sido cajas de resonancia que han exagerado fenómenos como la violencia en las aulas, sin explicar la existencia de ningún tipo de entorno problemático.

http://info.nodo50.org/La-crisis-y-sus-consecuencias-la.html

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